Agrojardín logra ahorros de hasta un 50% de agua en jardines y zonas verdes gracias al riego inteligente

La gestión diaria de jardines y zonas verdes exige hoy soluciones que permitan optimizar el uso del agua sin comprometer la salud de las plantas. En este contexto, Agrojardín, en colaboración con la empresa tecnológica Fliwer, está implantando sistemas de riego inteligente basados en inteligencia artificial, que ya están permitiendo ahorros de agua de entre el 35 % y el 50 %, al ajustar el riego a las necesidades reales de cada planta y de cada zona verde.

Estos resultados se están obteniendo en distintos tipos de jardines y zonas verdes gestionados por Agrojardín, tanto en el ámbito privado como en grandes espacios, gracias a un modelo que sustituye el riego basado en horarios fijos por una gestión apoyada en datos reales del suelo, el clima y el aprendizaje continuo del sistema.

Para Antonio Bazán, director general de Agrojardín, “este enfoque se traduce en un beneficio directo para nuestros clientes, ya que gestionar mejor el agua significa jardines más sanos, menos incidencias y espacios verdes que se mantienen en el tiempo”.

Riego ajustado a la realidad del jardín 

Uno de los elementos diferenciales de este sistema es el uso de inteligencia artificial para tomar decisiones en función de lo que ocurre realmente en el jardín. El riego se activa solo cuando las plantas lo necesitan y en la cantidad adecuada, evitando los excesos de riego que suelen producirse en los sistemas tradicionales.

A esta gestión se suma la conexión del sistema de Fliwer con la información meteorológica. Antes de activar un riego, el sistema analiza la previsión de lluvia, lo que permite aplazar o evitar aportes de agua cuando se esperan precipitaciones. De este modo, los jardines aprovechan al máximo el agua de lluvia y se evitan riegos innecesarios, generando un ahorro adicional sin que el cliente tenga que intervenir.

En este sentido, Marc Capilla, director general de Fliwer, señala que “nuestro objetivo es que la tecnología, apoyada en la inteligencia artificial, facilite una gestión del riego más precisa y sostenible, integrada en la operativa diaria del jardín”.

Menos mantenimiento y mayor salud de las plantas 

La optimización del riego tiene un impacto directo en la gestión diaria de los jardines. La implantación de estos sistemas ha permitido reducir hasta en un 40 % el tiempo dedicado al mantenimiento, al evitar desplazamientos innecesarios y facilitar una planificación más precisa del trabajo técnico.

El uso de inteligencia artificial permite además detectar un mal funcionamiento, fugas o consumos anómalos en el sistema de riego, evitando pérdidas prolongadas de agua y daños en la vegetación.

Por su parte, el control continuo del estado del suelo ha contribuido a una mejora de la supervivencia de las plantas, en torno al 30 %, al reducir tanto el estrés por falta de agua como los problemas derivados del exceso de riego. Esta mejora se refleja también en una disminución de entre el 40 % y el 50 % en las reposiciones de plantas, con el consiguiente ahorro económico y un menor impacto ambiental.

Bazán subraya la importancia de combinar la innovación con el criterio profesional. “Sin duda, la tecnología y la inteligencia artificial nos permiten avanzar hacia una gestión del riego mucho más eficiente y precisa, siempre apoyada en el conocimiento técnico y la experiencia de los equipos que trabajan día a día en el jardín”.

En instalaciones que cuentan con bombas de riego, esta optimización se traduce también en una reducción del consumo energético de entre un 15 % y un 25 %, al minimizar ciclos innecesarios.

Con esta apuesta por la gestión inteligente del riego basada en inteligencia artificial, Agrojardín consolida su experiencia en la gestión sostenible de jardines y zonas verdes, incorporando soluciones que combinan innovación, conocimiento técnico y uso responsable del agua, en un escenario donde la eficiencia hídrica condiciona el futuro de los espacios verdes.